COLEGIO EXTERNADO DE SAN JOSE

COLEGIO EXTERNADO DE SAN JOSE
La espiritualidad en la Compañía de Jesús, herencia legada por nuestro padre y fundador Ignacio, es ignaciana. En la ignacianidad el centro no es Ignacio sino Jesucristo.

lunes, 9 de julio de 2012

Pausa Ignaciana.



PAUSA DIARIA IGNACIANA: El Examen (EE. 43).

“Porque el Señor es justo y ama la justicia, los que son rectos contemplarán su rostro” (Sal.11, 1-7).


Una de las características principales de la espiritualidad ignaciana es la del “discernimiento de la voluntad de Dios en la vida” y uno de los elementos para realizarla es la pausa o examen diario.


SEGUNDA ASAMBLEA GENERA.

El día sábado siete de julio tuvimos la segunda asamblea general de Magis. Las distintas comunidades nos reunimos para compartir nuestra vida traspasada por la espiritualidad ignaciana. Compartimos esta vida interior  que vamos saboreando  en nuestro caminar comunitario, para amar y servir a nuestros prójimos y prójimas, rostros encarnados de Jesús. Motivados y motivadas por Jesús queremos amar y servir porque como dice el Señor  en su palabra: “cuanto hicieron a uno de estos  hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron” (Mt, 25, 40).

El testimonio que nos dejan los evangelistas sobre la autocomprensión que Jesús tiene de si mismo es nuestra brújula, nuestro norte; es la inspiración de nuestro quehacer apostólico: “Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos  y proclamar un año de gracia del Señor.  Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír" (Lc. 4, 16-21).


Nuestra vida, en este caminar juvenil cristiano, está llena de tantas acciones buenas, de amor y servicio, que en ella encuentra su sentido, plenitud, y  dirección. En la espiritualidad ignaciana, somos jóvenes, hombres y mujeres, que “descubrimos a Dios en todas las cosas y todas las cosas en Dios". Tratamos de ser hombres y mujeres contemplativos y contemplativas en la acción. Hombres y mujeres jóvenes que desde la contemplación y la reflexión  actuamos para hacer presente el Reino de Dios en un mundo lastimado, fraccionado y crucificado; un mundo carente de buenas noticias.

Como grupo juvenil MAGIS queremos imitar a Jesús, manso y humilde, y seguirle hoy en este contexto social nuestro como lo han hecho muchos hombres y mujeres en la historia. Procurando repetir las relaciones que Jesús tuvo con Dios, las mujeres, las personas enfermas, los niños y niñas, el dinero y la autoridad entre otros. Jesús era un hombre bueno  y de bien.

¿Qué son los Ejercicios espirituales? Son un ejercicio para fortalecer nuestro espíritu como cuando un atleta se prepara para una competencia deportiva. Hace ejercicios para estar en óptimas condiciones. También los ejercicios espirituales son un camino hacia Dios; son también encuentro de reconciliación, opciones de vida, identificación con la persona de Jesús en su vida ordinaria, seguimiento con la cruz y acción de gracias por tanto bien recibido. Al final los Ejercicios espirituales, después de ordenar todo el ser y el quehacer del cristiano o de la cristina, nos invitan a contemplar la realidad con amor para alcanzar amor. Los Ejercicios son un caminar de la creatura hacia Dios, hacia su Creador.

Después de nuestra oración continuamos con un tema de formación para todas las comunidades. El tema fue sobre la PAUSA IGNACIANA: Teniendo claro que Dios es, nuestro principio y fundamento, ese Alguien que anima nuestra vida, la pausa es  un método para comprender nuestro caminar, caminar hacia nuestro Creador y Señor. Es “examinar nuestra vida y hacernos responsables por ella”. Es “la forma más adecuada para ir discerniendo el paso del Señor en la propia vida”.

La pausa es un alto en el camino cotidiano para discernir sobre nuestro amor y libertad; para aprender a "Sentir y Gustar" las cosas internamente donde la contemplación y la acción involucran a toda la persona, sus facultades, sus deseos, sus sentidos y sus afectos. Como método es sencillo: Los preámbulos, la oración y el examen.

Hay que reflexionar nuestra vida y descubrir el centro. La pausa es descubrir cómo Dios está actuando amorosamente en mí, donde mi vida es una oración permanente, una oblación agradecida y una oración hecha vida en mi modo de proceder.

“Dios nos sonríe y alienta desde la vida misma o nos mira con cariño apenado por no saber discernir los signos de los tiempos.  Es en el momento a momento de la vida corriente donde se juega nuestra fidelidad a su amor, a la vida que nos regala y a su Alianza en Cristo”.

La Pausa Diaria

Me voy relajando, acallando el ruido interior y tomando conciencia de que voy a hablar con Alguien que me acompaña.

El examinar el nivel de conciencia cristiana con que vivo mi vida diaria es una forma de oración muy importante


1.      Pido luz, ser lúcido, intentando vivir en transparencia: "sin el misterio de la luz la vida completa se vuelve laberinto".

2.      "Por dónde pasa mi Señor". Voy recorriendo la jornada, viendo las pequeñas o grandes presencias de Dios en las personas, en los sucesos, en los sentimientos, en las lecturas, o en el trabajo bien realizado...

3.      Doy gracias reconociendo tanto bien recibido y tanto bien dado durante este día.

4.      Pido perdón por todo lo ambiguo, erróneo, dañino o negativo que haya podido hacer.

5.      "¿Señor, qué quieres que haga?". Pienso en cómo espera el Señor que actúe mañana.



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